miércoles





Mi hermana Cecilia es para mí como una hada que recoge silenciosamente día a día entre los bosques de ceibas, pachotas y sabinos todo resquicio poético de lo que está desapareciendo por las talas no sólo de la naturaleza verdosa sino de nuestro pensamiento. Vá pues estos poemas de ella, que ahora anda en la preñez con su guarumbusito.


I

Ando en la maleza
de noche
asisto de aretes
con grillos que penden
esmaltados
susurrándome una canción
querida
Desarbola la oscuridad
iluminada de insectal
remanso
abro caminos
líquidas luminiscencias
que dicen
códigos de especie
desvelo el recuerdo que soy
retorna a veces
y salen de la gaveta


II
Ya todo está perdido
el agua ha caído y
lanza sonoras tangibles
sobre los techos sus arbustos
La hormigueante acrópolis
arduos ciudadanos
transladan a la reina
sus larvas pasionarias
naufragan sobre una lancha
cadena de soldados
arroyo abajo
Es la historia de casa
con las vigas enmohecidas-

III

Tardía se regocija
tu candil
pabellón
de plumas
que enllovecido se levanta

Allá viene alguien
prendida de estrellas
polvorín
a cubrirte ave con
su manto

Duerme
el hombre ocupado
se extermina
ya no ve
tu valioso
vaporoso
vuelo