miércoles



Hoy estrene mi bañito; producto de muchos deseos acuáticos, placer donde la piel se desenmarca de toda prontitud, el tiempo se vuelve etéreo y lento; la muerte debe ser haci de plácida y complaciente.



Mi bañito es pequeñito como mis pies y mis dedos, resplandece en un marfil sobrio, pero está rodeado de un purpura grafiado, así como un dintel romano. Alrededor las esencias y las mieles esperan ansiosas a ser abatidas por el agua tibia, mientras las velitas tirititean con el vapor... Si te zambulles y apareces a esta realidad, delante de tus ojos hay un ventana que da al jardín desde ahi las flores de durazno son testigos de placidez.




¡Ah! pero no sólo es eso... una vez dado el baño sales a la salita donde te espera un delicioso chai-vainilla calientito y detrás de la ventana miras a Kin y la cosa más espectacular de la rosa de castilla cubriendo soberbia todo lo que te alcanza a la vista y una escultura de jaguar acecha sigilosa tu paso húmedo de ese gran estreno...